sábado, 17 de septiembre de 2011

EPIGRAMA

¡Te amo demasiado!...
-me decías-
Tanto,
que no era capaz de contenerte,
¡me rebosabas!...

Un día,
vacío te pregunté:
¿Porqué ya no me llenas?
y respondiste…
que era tarde,
que no podías correr
aguas arriba…

1 comentario: